Examen físico del Abdomen
Límites internos de la cavidad abdominal que son:
por arriba: la cúpula diafragmática
por debajo: el estrecho superior de la pelvis
por detrás: la columna lumbar
por delante y ambos lados, la pared abdominal propiamente dicha, la cual se encuentra integrada por músculos, aponeurosis, tejido celular subcutáneo y piel.
Límites externos del abdomen son:
por arriba, el reborde costal, desde la base del apéndice xifoides hasta la séptima vértebra dorsal (D7), la llamada línea toracoabdominal.
por debajo, se limita externamente por otra línea que se extiende desde las arcadas crurales, pasando por las crestas iliacas, hasta la cuarta vértebra lumbar (L4), llamada línea abdominopelviana. Este límite inferior es más bien artificial, ya que se debe considerar simultáneamente la cavidad abdominopelviana, la cual es un ovoide de polo mayor diafragmático y polo menor pelviano.
ZONAS DEL ABDOMEN
Por delante se trazan dos líneas verticales ascendentes que partan del extremo externo de las ramas horizontales del pubis y lleguen hasta los extremos anteriores de las costillas X.
Se cruzan otras dos líneas horizontales, la superior, que una la costilla X derecha con su homónima izquierda, y la línea horizontal inferior, que se extienda de una a la otra espina iliaca anterosuperior.
Anatomía clínica del abdomen,
según escuela anglosajona
zonas, formadas por verdaderos
cuadrantes a expensas del trazado de dos líneas convencionales: una
vertical media y otra horizontal, que se cruzan exactamente en el ombligo.
Epigastrio
Lóbulo izquierdo del hígado
Una porción de la cara anterior del estómago con parte del cuerpo, el antro y el píloro
Epiplón gastrohepático con la arteria hepática, la vena porta y los conductos cístico y colédoco
Hiatos de Winslow
Segunda y tercera porciones del duodeno
Páncreas
Arteria mesentérica superior
Plexo solar
Columna vertebral con la aorta, la vena cava y el conducto torácico.
Hipocondrio derecho
Lóbulo derecho del hígado
Fondo de la vesícula biliar
ángulo hepático
Extremidad superior del riñon derecho y cápsula suprarrenal.
Hipocondrio izquierdo
Lóbulo izquierdo del hígado
Tuberosidad mayor gástrica
Cardias
Epiplón gastrosplénico
Bazo
Extremidad superior del riñon izquierdo y cápsula suprarrenal
Pequeña porción del colon descendente y ángulo esplénico
Asas del yeyuno
Cola del páncreas.
Mesogastrio o zona umbilical
Epiplón mayor
Porción baja gástrica
Colon transverso
Asas del intestino delgado
Mesenterio
Cava y aorta.
Flanco izquierdo
Parte del intestino delgado
Colon izquierdo.
Flanco derecho
Colon derecho.
Hipogastrio
Epiplón mayor
Parte del intestino delgado
Vejiga y uréter
Útero en la mujer.
Fosa iliaca izquierda
Sigmoides
Porción baja del colon descendente
Asas delgadas
Vasos iliacos
Psoas.
Fosa iliaca derecha
Ciego
Apéndice
Asas delgadas
Psoas
Genitales en la mujer
Uréter
Vasos iliacos.
El abdomen se debe examinar con la siguiente secuencia
Inspección
Auscultación
Percusión
Palpación superficial y palpación profunda.
NB. Se ausculta primero, porque la percusión y la palpación pueden alterar los ruidos hidroaéreos intestinales.
Orientaciones Generales
Se usa el diafragma del estetóscopo para auscultar los ruidos intestinales, que habitualmente son de tono alto.Realice siempre primero la palpación superficial y luego la palpación profunda. La percusión y la palpación pueden combinarse Cuando examine un órgano debe hacerlo completamente, por ambos métodos , Ejemplo, cuando examine el hígado, primero percuta sus límites y después pálpelo.
La vejiga del sujeto debe estar vacía. Pídale a la persona que orine, así nos aseguramos de no confundir una vejiga llena con un embarazo, una tumoración o un quiste. La persona debe estar acostada boca arriba (en decúbito supino o dorsal).
El explorador utilizará una cama, o una mesa, casi rígida, en la que el sujeto tendrá su cuerpo totalmente apoyado, el tórax y la cabeza colocados a un nivel ligeramente superior al abdomen o al mismo nivel.
los brazos extendidos a los lados del cuerpo o cruzados sobre el tórax, y las piernas paralelas, con los miembros inferiores extendidos en ligerísima flexión, para obtener el mayor reposo físico, y por lo tanto, la relajación máxima de la musculatura abdominal
Coloque
una pequeña almohada en la cabeza de manera que la sitúe al mismo nivel
del tórax y evite la extensión del cuello, pero que no provoque su
flexión. Si es posible, coloque otra debajo de las rodillas, para una relajación más completa.
El examinador se debe colocar por el lado derecho, si es derecho, porque muchas de las técnicas especiales del examen se relacionan con el hígado y otras estructuras del lado derecho, y el uso de la mano derecha colocado él de este lado, facilita la maniobra.
Antes de iniciar el examen pregúntele a la persona si hay algún área abdominal en la que sienta molestia o dolor. Estas áreas deben examinarse último.
Si no hay dolor preciso, un método de examen sistemático pudiera ser comenzando por la fosa iliaca izquierda, avanzar en forma de espiral, contrario a las manecillas del reloj,
a flanco izquierdo, hipocondrio izquierdo, epigastrio, hipocondrio
derecho, flanco derecho, fosa iliaca derecha, hipogastrio, para terminar
en la región umbilical y asi, se habrá recorrido en primera instancia todo el abdomen. Otra variante de método sistemático de examen, empleado para la palpación es comenzar a palpar con la mano derecha la fosa iliaca izquierda, se sube también por el vacío o flanco izquierdo al hipocondrio de ese lado y se palpa el epigastrio. Ahora se baja a palpar el mesogastrio, después el otro hipocondrio, luego bajamos por el vacío derecho a la fosa iliaca de ese lado y, finalmente, se palpa el hipogastrio.
ASPECTOS A PRECISAR EN EL EXAMEN Y EN EL
REGISTRO ESCRITO
REGISTRO ESCRITO
Inspección:
– Contorno
– Simetría
– Movimientos respiratorios
– Pulsaciones
– Peristaltismo
– Integridad de la piel
– Masas
Auscultación
– sonidos intestinales (ruidos hidroaéreos)
-sonidos vasculares
PERCUSION
– tono
– límites de los órganos abdominales.
PALPACION
– tono muscular
– características de los órganos
– sensibilidad
– masas
– pulsaciones,
– acumulación de líquido.
Inspección
El
vientre debe estar ampliamente descubierto, pero se deben tapar el
pecho y las regiones inguinales, mientras no se estén examinando estas,
para evitar molestias y respetar el pudor.
El
abdomen debe ser observado de frente y de perfil, para ello se
aprovechan todos los ángulos o incidencias de los rayos luminosos sobre
la superficie abdominal.
Observe
el volumen, la forma, el relieve, la simetría, las masas, las
pulsaciones, la integridad de la piel y el patrón respiratorio, cuyos
datos deben inspeccionarse, tanto en el orden estático con una completa
relajación, como en el orden dinámico, invitando al enfermo a respirar y
a moverse en distintas posiciones, buscando en ocasiones, la
contractura del abdomen.
Pida al paciente que tosa para evidenciar dolor con la tos y masas que protruyen (hernias), no vistas previamente.
El abdomen normal es simétrico, a cada lado de su línea media. No hay aumentos de volúmenes visibles.
En individuos delgados pueden verse la pulsación de la aorta abdominal en la línea media y los movimientos peristálticos.
No deben haber lesiones de la piel, excepto cicatrices quirúrgicas.
Pueden hallarse estrías, si la piel se ha estirado, como en el embarazo, la obesidad, los tumores abdominales.
La respiración es abdominal en los hombres (el abdomen se levanta y desciende con la respiración),
Los contornos alterados del abdomen son:
1. Distensión generalizada con el ombligo invertido: obesidad, distensión gaseosa,
2. Distensión de la mitad inferior: vejiga distendida, embarazo, masa ovárica.
3. Distensión generalizada con el ombligo evertido: ascitis, tumor, hernia umbilical.
4. Abdomen excavado: emaciación, reemplazo de la grasa subcutánea con músculo.
Auscultación
Oiga
los ruidos intestinales (hidroaéreos) con el diafragma del
estetoscopio. No es necesario oír en cada cuadrante, si el tono y la
frecuencia son normales. Si los ruidos están hipoactivos o ausentes
ausculte cada cuadrante entre uno y dos minutos.
Los ruidos hidroaéreos normales son sonidos de tono alto, borgogeante, de frecuencia regular entre 5-35/min-
Percusión
La
percusión del abdomen, en general, tiene mucho menos importancia que la
palpación. Se realiza con el enfermo acostado boca arriba. Con la
percusión se trata de identificar los distintos sonidos abdominales, los
que dependen normalmente de la naturaleza más o menos sólida de las
vísceras intraabdominales. La técnica seguida es la dígito-digital. Los
golpes de percusión se difunden fácilmente en el abdomen, por tanto, se
aconseja que se realicen con extrema suavidad.
Percuta sistemáticamente el abdomen en todos sus cuadrantes para evaluar la existencia de sonidos anormales.
El sonido predominante es el timpanismo;
La matidez, se obtiene sobre las masas y los órganos sólidos abdominales.
El sonido timpánico indica gas en el intestino subyacente.
Palpación
El sujeto debe estar acostado con la mayor relajación abdominal posible
La respiración debe ser tranquila y amplia, con el pecho elevado para ayudar a la relajación del abdomen.
El
explorador debe colocarse preferentemente a la derecha del enfermo,
sentado a una altura adecuada a la cama o a la camilla, o de pie si el
enfermo está de pie. Sus brazos y antebrazos deben formar un ángulo
obtuso, no recto ni agudo, ya que en estas últimas posiciones los
movimientos de las manos estarían forzados y podrían ocasionar
contracturas musculares que !e dificultarían la percepción.
Debe
actuar con delicadeza para ganarse la confianza del sujeto y evitar que
este se ponga nervioso; sus manos deben tener una temperatura
agradable; si fuere necesario podrá calentarlas previamente; las uñas
deben estar recortadas. Debe "palpar", no "pinchar" ni hacer presiones
molestas o contraproducentes.
Maniobras aplicables en los casos de palpación aparentemente imposible por hipertonía parietal:
Cubrir la piel del abdomen con vaselina o polvo de talco, para facilitar el deslizamiento manual.
Utilizar
el método de Galambos, que consiste en deprimir el abdomen con una
mano, a una distancia no mayor que 10 cm de la zona que se quiera
explorar con la otra mano
Aplicar anestesia local (Lemaire), o anestesia general.
Realizar la hipnosis del paciente.
Palpación de la pared abdominal o continente (palpación superficial)
Palpe
sistemáticamente cada cuadrante o área de toda la pared abdominal con
la palpación monomanual, para detectar dolor, espasmo muscular o
tumoraciones
palpación
superficial monomunual consiste en el uso de una mano, la derecha o la
izquierda según el examinador; la palma de la mano se apoya suavemente
sobre el abdomen, con los dedos extendidos y unidos, para ejercer una
presión suave sobre la pared, con movimientos hacia abajo con la punta
de los dedos, tratando de deprimir el abdomen alrededor de 1 cm. Así se
recorren las distintas porciones del vientre y se tiene la primera
impresión de conjunto. Se puede palpar con la mano, de plano, ayudando
con los dedos en un plano oblicuo o de penetración, así como con el
borde cubital o radial
Anime
al paciente a respirar lenta y profundamente, y a exhalar con la boca
abierta, mientras palpa. El abdomen debe sentirse relajado con la
espiración. La contracción muscular puede indicar ansiedad. Fíjese
además, en la expresión facial del examinado.
Mediante
esta operación se capta si existen o no, alteraciones de los distintos
planos que integran la pared. Se podrán explorar posibles abovedamientos
localizados o masas que, si pertenecen a la pared, persisten al
sentarse el enfermo, al inspirar o al elevar su cabeza o sus pies.
Se
explora el espesor de la pared pellizcándola con los dedos; se examinan
la piel, el tejido celular y aun los músculos, si el enfermo tiene la
pared muy delgada.
Debe
palparse el músculo rectoabdominal, que comprende dos grandes músculos
centrales, a los lados de la línea media y unidos en ella, que se
extienden desde el proceso xifoideo hasta la sínfisis del pubis.
Se
exploran también los orificios naturales, las posibles soluciones de
continuidad de la pared y la línea media abdominal. Palpando la línea
media, a veces puede notarse una separación del músculo rectoabdominal,
cuando la persona levanta la cabeza, especialmente en obesos o
embarazadas. Puede palparse como un surco en la línea media, pero esto
no representa un problema signifícante. También en la línea media o a
nivel de cicatrices operatorias, se exploran con los dedos y bordes de
las manos las posibles eventraciones.
se
deben palpar especialmente el ombligo y los orificios en las regiones
inguinales, área que con frecuencia se olvida inspeccionar y palpar y
que puede acarrear errores diagnósticos costosos.
Si
se comprueba que algo sobresale, se detalla a la palpación y se
reintegra, si es posible (reducción de hernias), al interior de la
cavidad abdominal.
Se
palpa el orificio detallando sus caracteres, y se hace toser o pujar al
enfermo, para provocar posible salida de órganos a través de los
orificios herniarios.
Finalmente se debe explorar en esta etapa de la palpación, la sensibilidad de los tegumentos y el dolor provocado superficial.
La
comprobación de las alteraciones de la sensibilidad parietal, se hará
mediante tirones suaves o pellizcamiento de la piel, mientras palpa su
espesor, o pasando sobre ella un alfiler, borde de la uña, mota de
algodón, etcétera. La reacción del paciente puede ser verbal o a través
de la expresión facial
Para
comprobar si un dolor provocado en la pared depende de algún órgano
intracavitario, que el enfermo levante la cabeza o los pies o que
proyecte el vientre hacia fuera. En estas circunstancias deben aumentar
el dolor y la reacción hipertónica, si estar, determinados por una
alteración de la pared abdominal. En todos estos casos de dolor
parietal, este autor explora cuidadosamente la columna vertebral y los
posibles defectos posturales del sujeto.
Tensión abdominal
Para
la exploración de este fenómeno de equilibrio entre la presión
intracavitaria determinada por la distensión de las vísceras y la
resistencia de la pared que trata de contenerla, se palpa con la mano
derecha en distintos sitios del vientre, colocándola de plano y usando
los dedos para ejercer cierta presión contra la pared. La mano debe
siempre orientarse paralelamente al eje del cuerpo y esta palpación
puede hacerse en las distintas posiciones del sujeto examinado: acostado
boca arriba, de lado, de pie, etc. Los datos normales varían en las
distintas zonas y serán descritos con los datos normales que se obtienen
en el examen físico del abdomen.
Palpación visceral, intracavitaria o del contenido (palpación profunda)
La
palpación visceral varía según la respiración, de modo que el médico
debe conocer la influencia fisiológica de la respiración (movimiento del
diafragma y vísceras)
En
la inspiración, el diafragma baja, la presión intraabdominal aumenta y
se dificulta la palpación. En la espiración, sucede todo lo contrario,
la palpación es más fácil y aprovechable. Las vísceras se deslizan
debajo de los dedos en los movimientos respiratorios, si el tipo
respiratorio es el costoabdominal, el cual debe procurarse siempre, ya
que es el más adecuado. A veces conviene hacer respirar al enfermo
profundamente para provocar el descenso, por ejemplo, del hígado en la
inspiración y proyectar más este órgano en el abdomen. Como se ve, el
examinador puede hacer variar la respiración según le interese, para una
mejor palpación visceral.
La palpación visceral o intracavitaria, se puede realizar con una mano (monomanual) o con las dos manos (bimanual).
Tipos de palpación bimanual
1. Con los dedos índices en contacto.
2. Con las manos superpuestas,
3. Anteroposterior o de peloteo.
4. Con la maniobra de deslizamiento, desnivel o arrastre.
En
la palpación bimanual con los dedos índices en contacto es preferible
que diverjan las manos en sus bases, para aprovechar los pulpejos de los
dedos con mayor soltura. Las manos deben tener cierto grado de
oblicuidad (una doble oblicuidad), sobre el abdomen para ganar la
profundidad necesaria en la palpación de las vísceras al practicar el
deslizamiento.
La
palpación bimanual con las manos superpuestas tiene como objetivo
vencer cierta resistencia de la pared, aunque en realidad se palpa con
una sola mano, la de abajo.
La
palpación bimanual anteroposterior o de peloteo, usada por Chauffard,
es aplicable más bien a los vacíos. Con esta palpación, la mano que está
detrás empuja hacia delante las visceras ofreciéndolas a la mano que
palpa. En todos estos tipos de palpación, los dedos desempeñan un papel
fundamental; se deben manejar con soltura, no fijarlos en posición
forzada, de flexión o de una verdadera garra que es perjudicial en una
buena palpación. A su vez, se deben aprovechar dos, tres o hasta cuatro
dedos de cada mano.
la
maniobra de deslizamiento de los dedos sobre los órganos, la que se
facilita arrastrando la piel por encima de ,la punta de los dedos para
dejar allí plegado el excedente de piel. De este modo se profundiza de
arriba abajo; se aprovechan los movimientos respiratorios y así los
dedos al deslizarse, palpan los segmentos deseados y aprecian las
posibles alteraciones.
Esta
maniobra se utiliza fundamentalmente para la palpación del hígado y el
bazo, que están situados más superficialmente y por debajo y en contacto
con el diafragma.
Los
objetivos fundamentales de la palpación profunda, o mejor,
intracavitaria, son la valoración de masas palpables y la existencia o
no de dolor, no detectado previamente con la palpación superficial.
Masas
palpables. Aunque no es normal el hallazgo de masas palpables, si se
encuentran, debe evaluarse su localización, tamaño, forma, consistencia y
movilidad. La localización debe abarcar, además, si la masa está
situada en la pared abdominal o está dentro de la cavidad abdominal.
Las
estructuras abdominales que comúnmente se mal interpretan como masas
anormales incluyen la aorta, el músculo rectoabdominal, el colon lleno
de heces, el promontorio sacro en las personas delgadas con una
palpación demasiado profunda y la sínfisis del pubis, en los obesos con
abdomen redundante. Las heces se palpan usualmente como una estructura
tubular, en oposición a una estructura redondeada de una masa anormal.
Dolor
el
abdomen no es normalmente doloroso, algunas personas refieren dolor en
la palpación profunda, especialmente sobre la aorta abdominal, el ciego y
el colon sigmoides.
Si la persona manifiesta dolor abdominal desde el inicio, se explora
también el dolor de rebote deprimiendo el abdomen y rápidamente
retirando sus dedos hacia arriba. El dolor de rebote puede indicar
inflamación del peritoneo.
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